viernes, 6 de agosto de 2021

Deserción Escolar

 La deserción escolar se refiere a una situación en la que el estudiante de manera repetitiva se ausenta de clase hasta que, finalmente, abandona los estudios y sale del sistema educativo. Por tanto, no culmina su preparación académica.


Se trata de un fenómeno escolar que surge por diversas situaciones que pueden ser de tipo familiar, escolar, social o económico y que afectan de manera negativa al estudiante y su contexto, por lo que se ve impulsado a tener que abandonar sus estudios.

Generalmente, estas situaciones ocurren cuando el joven estudiante se encuentra en el desarrollo de su preparación secundaria o universitaria, por lo que no consiguen culminar sus estudios para obtener un certificado académico.

Es importante recalcar la necesidad que todos los individuos tenemos por llevar a cabo los diversos procesos educativos, estos nos permiten crecer en valores, aprender a socializar, obtener nuevos conocimientos, desarrollar habilidades cognitivas y físicas, integrarnos en la sociedad, adoptar conductas, sentirnos parte de una comunidad, identificarnos culturalmente, entre otros.


Diversos estudios han dado a conocer que la deserción escolar ocurre con más frecuencia en los países en vía de desarrollo que en los países desarrollados o industrializados. Por ejemplo, en Latinoamérica hay un alto porcentaje en los índices de deserción escolar.

Las causas son diversas, según estudios elaborados por organismos internacionales; como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se han establecido como principales factores de deserción escolar: la pobreza, la desnutrición, la exclusión social o el entorno familiar.

La familia, como principal tipo de organización social, cumple un papel fundamental para evitar o inducir, según sea el caso, la deserción escolar. Los padres, representantes o tutores deben velar porque sus hijos o representados asistan a clase y estudien.

Sin embargo, hay casos en los que debido a ciertos contextos familiares, dificultades económicas, no contar una residencia fija o en condiciones, apoyo nulo por parte de los padres, entre otros, suelen ser grandes barreras para que los jóvenes culminen con su formación académica.

En este sentido, los padres deben ser las primeras figuras de autoridad en incentivar a sus hijos a que asistan a clase, estudien y se preparen para culminar su formación profesional.

Asimismo, no se debe olvidar que la educación académica debe complementarse con valores familiares como el respeto, la responsabilidad, la solidaridad o la amistad, a fin de formar seres de bien capaces de actuar de manera responsable ante cualquier situación.




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